Ing. Ángel María Recalde

El proceso arbitral por asuntos contractuales pendientes entre la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) y las Empresas Reunidas Impregilo-Dumez y Asociadas para Yacyretá (Eriday) está total y absolutamente paralizado y no hay ningún dictamen en el que se disponga que la binacional deba pagar el monto reclamado de casi US$ 900 millones.

Así lo detallo ayer el director de la EBY, Ing. Ángel María Recalde, en una conferencia de prensa luego de reunirse con el presidente de la República, Horacio Cartes. “Se habla de una suerte de lobby que se estaría haciendo a nivel del Gobierno argentino, donde Eriday está procurando un acuerdo a los efectos de llegar a un arreglo, pero eso no nos consta en absoluto”, dijo.

El funcionario aseguró que en ningún momento en la entidad se habló de pagar ese monto, sino todo lo contrario. “Siempre dentro de la entidad se ha mantenido en valores sustancialmente inferiores”, explicó. Agregó que la suma de los puntos débiles que pueda pagar la EBY en caso de hacerse un planteamiento estaría en alrededor de US$ 100 millones e incluso menos, aunque aclaró que eso es de acuerdo al criterio de la entidad, que es parte interesada. “Para eso justamente está el tribunal arbitral de la cámara de comercio. Pero hoy el proceso está paralizado, porque entiendo hay una intervención de un juez argentino que pidió que se le entregue la causa. No hay ni va a haber a corto plazo una sentencia que nos obligue a pagar eso. Ahora, el hecho de que se puedan acercar a buscar un arreglo no es ilícito, pero de ninguna manera nosotros vamos a acompañar –porque nosotros debemos estar de acuerdo– que se abone la cifra que se reclama ni algo parecido”, insistió el director.

Ayer a la tarde, la EBY emitió un comunicado oficial, ratificando lo ya expresado por Recalde y negando enfáticamente la posibilidad de algún arreglo “bajo la mesa” que implique un perjuicio para la entidad.

Antes la deuda, luego obras

Consultado sobre la insistencia argentina en llevar adelante las obras hidroeléctricas previstas en el complejo Yacyretá, Recalde reiteró que no hay posibilidad de hacer ninguna obra en Aña Cua ni en la central principal hasta tanto no se subsane el problema de la deuda. “Esa es una posición del Gobierno y no la pueden cambiar ni los dos directores de Yacyretá juntos ni cualquier otro funcionario. Ni tan siquiera la Argentina por sí puede ordenar que comiencen las obras si el Gobierno paraguayo no está de acuerdo, y no se va a hacer ninguna obra si no se arregla el problema de la deuda”, insistió.