Antes de estar privada de la libertad, Díaz Atencia se puso unas prótesis en los senos y durante la mañana del lunes anterior comenzó a decirle a la guardia del penal que sentía un fuerte dolor en el pecho.

Después de convencer al cuerpo de seguridad, guardianes carcelarios la llevaron a un centro de estética en el norte de Barranquilla, donde el año anterior le practicaron la cirugía.

En horas de la tarde la interna regresó al Buen Pastor, sin que se cumplieran los requerimientos legales, que señalan que médicos de la empresa Caprecom, encargada de dar atención a los ciudadanos privados de la libertad, le hicieran exámenes.

Ofelia Díaz Pedroza, directora de la cárcel, se sorprendió este miércoles ante una petición del abogado de la reclusa, en la que se señalaba la necesidad de una atención domiciliaria para practicarle a diario drenajes linfáticos, pues esta al salir del penal se sometió a una lipoescultura.

Al parecer, la mujer tenía previsto someterse al proceso estético y mintió sobre su dolor en los senos para poder llegar a su lipoescultura