Foto: MOPC

Las referidas lagunas, dos en total, proyectadas en la zona del aeropuerto Silvio Pettirossi forman parte de un plan de atenuación de las crecidas del arroyo Itay. Es decir, estas lagunas deben recibir el agua en caso de que el arroyo se desborde, principalmente en los días de grandes lluvias, pero como las piletas serán construidas en el Parque Guasu Metropolitano puede suponer un riesgo para la aviación, según advirtieron en un principio especialistas.

El peligro radica fundamentalmente en la formación de espejos de agua que habitualmente generan la proliferación de aves.

En su momento el presidente de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) había dicho que no tenían problema en retirarle el permiso a la obra y revisar todo el plan si era necesario. 

Tampoco el ingeniero Hugo Ruiz, coordinador de Agua y Saneamiento del MOPC, respondió ayer las llamadas que se le hicieron para consultarle sobre el tema.

El contrato que adjudicó el Ministerio de Obras Públicas a la firma DC Ingeniería (Luis Duarte Luraghi) es por G. 41.326 millones y ya se pagó un adelanto del 10%. La obra sigue en “veremos”.

Resulta que ahora la Dinac, forzada por las críticas y pedidos de informe de varios especialistas, solicitó la intervención de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que a través de un consultor externo de nacionalidad argentina, Manuel Sugastti, debe emitir un informe que será tomado como definitivo en esta cuestión.

“La Dinac nunca convocó al Comité Nacional de Prevención del Peligro Aviario y Fauna para dictaminar y autorizar la construcción de las lagunas”, explicó  el arquitecto Carlos Achucarro, especialista en infraestructura aeroportuaria. Hacer esa convocatoria para la Dinac implicaría tener que convocar a su vez a las aerolíneas. “Estas tienen sus sistemas de gerenciamiento de la seguridad operacional, muy estrictas, y van a realizar los análisis de riesgos”, advirtió.