Mujeres beneficiadas
Los agricultores juegan un papel clave en el desarrollo, mantenimiento y promoción de la agro-biodiversidad, en particular las mujeres, debido a su rol en la selección y almacenaje de semillas, así como en la concientización sobre la diversidad de las variedades tradicionales entre todos los miembros de una comunidad.
Según el Fondo de las naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura- FAO, ya se perdieron las tres cuarta parte de la diversidad de semillas de plantas alimenticias que ya no se pueden recuperar debido a las prácticas de la masificación y producción extensiva y sobre todo a la oferta de la industria semillera de variedades uniformadas en todo el mundo. La biodiversidad es la base del sustento del planeta y cumple muchísimas funciones, entre ellas la de alimentarnos.
Tomando en cuenta la importancia de la conservación de las semillas nativas y criollas, se llevó a cabo un proyecto con la Organización de mujeres, CONAMURI- Regional Misiones, cuyo objetivo fue la “generación de conocimientos dirigido a las mujeres rurales para realizar acciones que ayuden a mejorar la seguridad y soberanía alimentaria, con producción y comercialización de rubros agropecuarios y la recuperación de las semillas nativas y criollas”.
De Setiembre del 2016 a Febrero del 2017 se implementó el Proyecto “Desarrollo comunitario impulsado por mujeres rurales organizadas de Santa María Misiones” ejecutado por ALTER VIDA y financiado por el Fondo Canadá para Iniciativas Locales; entre las actividades se desarrollaron 4 Talleres de Capacitación sobre Agroecología, Seguridad Alimentaria, igualdad de género y conservación de semillas nativas y criollas.
Se construyó un local comunitario de las mujeres que albergará la “Casa de Semillas” o “Semilla Róga” y será además en el futuro el Centro de Acopio y comercialización.
Las mujeres productoras cultivaron las semillas nativas y criollas de las especies de maíz, poroto, habilla, maní, arroz, entre otros para recuperarlas y volver a multiplicarlas buscando la seguridad alimentaria de las familias campesinas.
La construcción estuvo apoyada en su mayor parte por el Fondo Canadá y ayudado por "Manos Unidas", la Gobernación del Departamento de Misiones y la Municipalidad de Santa Maria.