Gentileza

Aproximadamente a las 21.30, después ya de culminar la actividad recreativa y cenar en la casa del amigo, se retiró hacia su domicilio. Pero a su casa esa noche no llegó.

Un vecino lo encontró, aproximadamente a las 7.00 del martes en un camino cubierto de maleza en la zona, aproximadamente a 30 minutos a pie de su casa. Inmediatamente dio aviso a su madre, Consorcia Rodríguez, quien logró llevarle al centro asistencial.

Una vez en el lugar, se percataron que el hombre presentaba una herida de corte profundo, pero para Víctor González, auxiliar de Enfermería en Obstetricia, quien lo atendió al llegar, era más importante que el paciente tome una ducha antes de asistirlo.

Posteriormente, ya casi a las 10.30 de la mañana, lo atendieron, le cosieron la herida y le dijeron que vaya a su casa y tome paracetamol. Fue entonces que doña Consorcia explicó a González que su hijo había pasado varias horas perdiendo sangre hasta que lo encontraron, pero el enfermero aseguró que no hacía falta internarlo y le dio el alta. También se negaron a llevarlo en ambulancia hasta su domicilio después de ser atendido.

Ya saliendo del Centro de Salud, los llevó una vecina, quien por problemas del terreno donde está asentada la vivienda de Rodríguez no pudo dejarlos frente a su domicilio, pero sí a unos pocos metros. Esperando ayuda de otros vecinos, sentado en una silla cable, murió Adalberto.