Foto: Gentileza

La explosión que dejó como saldo 11 muertos y una decena de heridos en la ciudad rusa de San Petersburgo, habría sido ocasionada por un artefacto detonante. A raíz de esta deducción, las autoridades rusas han manifestado que debe tratarse de un atentado premeditado, indefectiblemente.

El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, se encontraba en la ciudad para una junta con su par bielorruso, Alexánder Lukashenko, en la que intentarían calmar las aguas entre las dos naciones, tras el conflicto que surgió a partir de una deuda acumulada por Minsk (capital bielorrusa) por el suministro de gas y petróleo ruso.

Las autoridades rusas confirmaron que estaban investigando el lugar, ya que hubo denuncias por densas columnas de humo. Posteriormente, la agencia Interfax indicó que una bomba de esquirlas fue detonada en el lugar. 

Las imágenes que recorrieron el mundo, muestran un vagón destruido, aunque las declaraciones de testigos están divididas, algunos aseguran que se produjeron explosiones en dos vagones, y otras sostienen que fue una sola detonación.

Putin aseguró que agotarán recursos para determinar las causas de tan terrible episodio, y que el o los culpables, pagarán, no importa sea un "criminal doméstico", o un atentado internacional.

No es la primera vez que el metro ruso es víctima de este tipo de ataques, en 2004 y 2007, había sufrido dos ataques en cada uno de estos años:

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