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EEUU, lanzó por primera vez en su historia la descomunal GBU-43, "la madre de todas las bombas" es un misil no nuclear (el más grande en su tipo), de unas 10 toneladas.

Trump declaró brevemente en la Casa Blanca, luego de haberse reunido con representantes del cuerpo de bomberos y sobre el ataque, dijo que fue "otro trabajo de éxito. Estamos muy orgullos de nuestras Fuerzas Armadas".

"Todo el mundo sabe qué pasó. Lo que hago es que yo autorizo a las Fuerzas Armadas. Les hemos dado total autorización y por eso han sido tan exitosos últimamente", añadió.

Sean Spicer, vocero de la Casa Blanca, manifestó que el objetivo del bombardeo era "un sistema de túneles y cuevas" del Estado Islámico en territorio afgano, mediante el cual podían "moverse con libertad y atacar con más facilidad a los asesores estadounidenses y las fuerzas afganas".

La bomba, vigente desde el 2003, no solo fue creada para acabar con bases subterráneas, sino que también como arma psicológica.