Demostración de fuerza balística en un desfile en Corea del Norte
Corea del Norte asegura estar lista para una “guerra total con armas nucleares”, en momentos de tensión con EE.UU, y que involucra además a China, Japón y Corea del Sur. El presidente Donald Trump prometió que se encargaría del “problema” nuclear coreano y envió a la península asiática un portaviones, que genera malestar en el régimen comunista.
Corea del Norte, bajo régimen comunista, ha sido objeto de varias resoluciones de las Naciones Unidas que buscan impedir que el país se dote de una tecnología nuclear y balística.
Periódicamente, el país lanza ensayos en su intento de hacerse con un misil intercontinental que pueda llegar hasta Estados Unidos.
En los últimos dos años realizó cinco ensayos nucleares, dos de ellas en 2016. Estas pruebas llevaron a Washington a responder con el envío de uno de sus más poderosos portaaviones nuclear a la península coreana.
Tras un análisis de imágenes por satélite, numerosos observadores mantenían la atención sobre Pyongyang ante un nuevo posible test nuclear o balístico, ambos prohibidos por la comunidad internacional.
En ocasión de las celebraciones, ayer, por el 105 aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, fundador del régimen, el líder actual Kim Jong-un hizo desfilar sobre camiones un tipo de proyectil nunca antes mostrado en público y que podría ser un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM) de combustible sólido.
Sin embargo, expertos en la materia analizan aún las características de esa nuevo bomba que, advierten, podría ser ficticia, ya que no es la primera vez que el régimen exhibe maquetas falsas de misiles en desarrollo.
Por la retórica cada vez más virulenta, expertos internacionales aseguran que la tensión entre Washington y Pyongyang ya no tiene vuelta atrás.
China, único aliado de Pyongyang, aboga por una solución en la que Norcorea abandone sus pruebas nucleares a cambio de que EE.UU. y Corea del Sur detengan sus ejercicios militares en la región, algo que Washington rechaza. Además, Pekín, que parece no querer intervenir directamente en la escalada de tensión, desea cooperar con Rusia para “calmar” los ánimos y evitar confrontaciones.
La que se inicia es una semana clave para ver como se desarrollan los acontecimientos en este inminente conflicto internacional.