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A estas alturas y luego que Jennifer recibiera el nuevo corazón, la niña es desconectada del respirador en ocasiones y responde favorablemente, según la Jefa de Cardiología del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, Nancy Garay. 

La especialista comentó que lo que esperan es que eventualmente la pequeña pueda respirar y alimentarse por sí sola, ya que hasta ahora sigue en terapia intensiva y con respirador artificial. 

“Queremos que recupere su autonomía respiratoria y posteriormente se alimente por sí misma. Esos avances son fundamentales para descomplejizar la asistencia”, explicó Garay. 

La galena refirió que por momento, Jennifer fue separada del respirador artificial, pero debido a la debilidad que todavía demuestra, la reconectaron al aparato. 

De igual manera manifestó que la paciente es fuerte y los especialistas que la rodean, a estas alturas, ya son experimentados en este tipo de procedimientos. 

Estiman que si todo sigue como hasta ahora, para el viernes ya podría estar sin respiración asistida e incluso sentarse en la cama para continuar el tratamiento post operatorio.