La cruzada de Instagram contra las fotos que exhiban pezones se ha cobrado una nueva víctima. En menos de 24 horas, sólo 20, para ser exactos, Naomi Campbell vio como la red social borraba de su cuenta oficial una instantánea en blanco y negro donde se mostraba desnuda de la cintura para arriba.

La supermodelo decidió subir la foto a su cuenta Twitter, donde ha sobrevivido hasta ahora gracias a que la política de censura de la compañía es más laxa.

Instagram ha dejado en claro en enero, cuando revisó sus normas de uso, que las fotos de desnudos están prohibidas. "Publica fotos y vídeos que sean apropiados para todo el mundo", dice la norma.

La lista de prohibiciones es larga: personas manteniendo relaciones sexuales, genitales, primeros planos de traseros desnudos o pezones femeninos (no pasa lo mismo con los masculinos). Sí está permitido que los usuarios suban fotos de madres amamantando, por ejemplo.

Como era de esperar, el topless de Naomi Campbell fue bien recibido por los usuarios, que en pocas horas le dedicaron 65.000 me gusta. La británica no ha sido la primera famosa víctima de la censura. También lo fueron Rihanna o Scout Willis (la hija de Demi Moore y Bruce Willis).