Mario Paz Castaign: «Todavía no tenemos una democracia consolidada en Paraguay»

En el marco del aniversario número 36 de la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, el analista político Mario Paz Castaign reflexionó sobre el proceso de transición democrática en Paraguay y advirtió sobre la persistencia de «bolsones autoritarios» en la sociedad y las instituciones del país.
«Todos los pronósticos de aquel tiempo indicaban que el dictador iba a salir del palacio con un féretro. Pero evidentemente, esos pronósticos cumplieron un desgaste y un deterioro en la fuerza del gobierno de la tiranía. Si bien los motivos que fueron en ese momento episódicos, pero motivos al fin, que llevaron a esa acción militar que provocó la destitución de Stroessner, su renuncia y luego el advenimiento de un nuevo tiempo en el Paraguay», expresó Paz Castaign a La Nueva Voz Digital.
El analista destacó que solo quienes vivieron en carne propia la dictadura pueden dimensionar realmente el cambio que significó la instauración de un régimen democrático en el país. Sin embargo, subrayó que «lo que tenemos hoy no es una democracia perfecta, porque la democracia perfecta es siempre una posibilidad, un ideal, un objetivo, y con muchos tropiezos y muchas dificultades».
Pese a ello, resaltó que Paraguay vive un «ciclo inédito en la historia política del Paraguay independiente», con 36 años de alternancia en el poder, vigencia de libertades públicas y construcción republicana. No obstante, alertó que la transición no ha concluido y que el país aún enfrenta grandes desafíos: «Todavía no tenemos una democracia consolidada, tenemos todavía instituciones frágiles, porque todavía tenemos también, valga la redundancia, bolsones autoritarios, bolsones que piensan todavía en el pasado».
En este sentido, advirtió sobre el peligro de no interpretar correctamente la historia: «Si no sabemos leer correctamente el pasado, podemos alterar el futuro de la patria». A su criterio, la fecha del 3 de febrero debería recibir una mayor relevancia institucional debido a su significado en la historia del país: «Hoy es el Día de la Democracia, pero debería haber dado un poco más de relevancia institucional, porque este es un periodo que no reconoce otro igual en la historia del Paraguay y hay que valorarlo en exacta dimensión con todas las dificultades, las marchas y contramarchas de este tiempo».

La polémica sobre «antes se vivía mejor»
Paz Castaign también se refirió a la frase recurrente que sostiene que «antes se vivía mejor» durante la dictadura. En su opinión, esta es una visión parcial de la realidad: «La versión acomodada, cuando uno quiere acomodar la historia, la puede acomodar de muchas maneras. En 35 años se construyeron muchas cosas, porque el Paraguay pasó de un tiempo, por ejemplo, para dar un hito, un tiempo antes de Itaipú, de la construcción de las grandes hidroeléctricas, hasta después de ellas».
El analista reconoció que durante el régimen stronista había seguridad en las calles, pero con una condición: «Sí, había seguridad en las calles, mientras vos no te metías en las cuestiones políticas. La calle era de la policía». También señaló que la seguridad jurídica dependía directamente de la política, de una forma mucho más fuerte y directa que en la actualidad.
Finalmente, hizo un análisis sobre el trasfondo histórico de los ciclos autoritarios en Paraguay: «Nosotros tenemos en la matriz, desde el fondo de nuestra historia, ciclos muy fuertes de gobiernos autoritarios. Y cuando vino la guerra, desarmó todas las estructuras que había, y entonces se vivió un tiempo de formación, de transición, luego de preparación para otra guerra internacional».
En conclusión, Paz Castaign reiteró que la democracia paraguaya sigue en construcción y enfrenta múltiples desafíos, pero que, pese a sus imperfecciones, debe ser valorada: «Recién ahora gozamos, vuelvo a repetir, 36 años de transición a la democracia, golpeada, erosionada, como quiera llamársele, pero finalmente hay que valorar lo que se ha conquistado».