PRONARA: Un proyecto esperanzador, pero con grandes desafíos.

Dos proyectos de ley actualmente en estudio apuntan a transformar la salud reproductiva en Paraguay. Se trata de la iniciativa que crea el Programa Nacional de Reproducción Asistida (PRONARA), presentada por los diputados Mauricio Espínola (ANR–Capital) y Hugo Meza (ANR–Cordillera); y de la propuesta que garantiza el acceso integral a las técnicas de reproducción asistida en el sistema público de salud, impulsada por Miguel Del Puerto (ANR–Caaguazú) y Carlos M. López (PLRA–Cordillera).
Ambos documentos responden a una problemática real y creciente: alrededor del 17 % de la población en edad reproductiva enfrenta dificultades para concebir, lo que equivale a más de 150.000 parejas sin respuestas adecuadas dentro del sistema público. El proyecto contempla la creación de un registro nacional y de una junta médica especializada, además de buscar frenar la caída de la tasa de fecundidad y evitar la llamada migración reproductiva, que obliga a muchas familias a viajar al extranjero en busca de tratamientos.
La propuesta es un avance en materia de derechos, pero los especialistas advierten que no basta con garantizar el acceso tecnológico. La Dra. Tatiana Arantes, médica familiar, recertificada y participante de la mesa de diálogo con parlamentarios y profesionales de la salud, subrayó la necesidad de un enfoque integral: prevención, promoción de hábitos saludables, acompañamiento emocional e interdisciplinariedad con nutricionistas, endocrinólogos, psicólogos y equipos de atención primaria.

El gran interrogante es si el sistema de salud está preparado para asumir este desafío. Reportes recientes dan cuenta de USF sin personal ni insumos, dificultades en la gestión de la APS y problemas en la ejecución presupuestaria.
Sin un fortalecimiento real de la atención primaria, financiamiento estable y equipos médicos capacitados, PRONARA corre el riesgo de convertirse en una ley con buenas intenciones, pero difícil de llevar a la práctica.
El reto es enorme, pero también la oportunidad: hacer de la salud reproductiva en Paraguay una política pública con ciencia, conciencia y comunidad.
