Desde Caacupé llaman a practicar la misericordia y redefinir el concepto de prójimo en la vida cotidiana
La homilía de la víspera de Caacupé, predicada por el presbítero César Nery Villagra, se centró en la reflexión sobre el concepto de prójimo y la práctica de la misericordia. Ante una multitud de fieles, el sacerdote invitó a redefinir la idea de prójimo como acción concreta de amor y compasión, más allá de vínculos familiares o sociales.
Villagra utilizó la parábola del buen samaritano para ilustrar cómo la verdadera projimidad se manifiesta en actos de benevolencia hacia quienes sufren. Recordó que el samaritano, considerado un hereje por los judíos, fue quien socorrió al hombre herido, demostrando que la misericordia es acción y no simple sentimiento.
El religioso enfatizó que el prójimo no es quien recibe ayuda, sino quien la brinda, y que la capacidad de hacerse prójimo requiere un amor pleno que abarque toda la persona. Subrayó que la misericordia implica actuar, vendar heridas y acompañar al necesitado, incluso desde la propia pobreza.
Villagra también cuestionó el uso de “leyes sin alma”, señalando que cuando las normas se aplican de manera arbitraria y se colocan por encima del ser humano, se pierde el sentido del bien común. Advirtió que toda ley injusta debe ser modificada, ya que puede convertirse en un instrumento de opresión tanto en el ámbito jurídico como en estructuras eclesiales.
La homilía concluyó con un llamado a la acción durante el tiempo de Adviento: construir una sociedad solidaria donde el bien común sea el horizonte de la vida comunitaria. Villagra instó a los fieles a practicar la misericordia “sin mirar a quién”, recordando que las acciones de compasión son las que abren la puerta a la vida plena y eterna.
