Hombre mordido más de 200 veces por serpientes venenosas podría ser clave para un antídoto universal
Tim Friede, un exmecánico de camiones de Wisconsin, Estados Unidos, convirtió su cuerpo en un laboratorio viviente al someterse a más de 200 mordeduras de serpientes venenosas y 700 inyecciones de veneno durante 18 años. Su arriesgada obsesión, documentada en su canal de YouTube, captó la atención de científicos que ahora ven en su sangre la esperanza de desarrollar un antídoto universal contra mordeduras de serpientes.
Friede, de 56 años, comenzó este experimento por curiosidad y para desarrollar inmunidad personal, enfrentándose a especies letales como mambas negras, cobras, taipanes y víboras de cascabel. “Quería llegar lo más cerca posible de la muerte, hasta el punto de tambalearme y luego retroceder”, explicó Friede, mostrando en videos las marcas de colmillos en sus brazos. Su cuerpo generó anticuerpos únicos que, según un estudio publicado en la revista Cell, neutralizan el veneno de 19 especies de elápidos, una familia de serpientes altamente venenosas que incluye cobras y mambas, responsables de miles de muertes anuales.
El equipo liderado por el doctor Jacob Glanville, de la empresa biotecnológica Centivax, identificó dos anticuerpos ampliamente neutralizantes en la sangre de Friede, capaces de contrarrestar neurotoxinas que paralizan y matan al detener la respiración. “Si alguien en el mundo ha desarrollado estos anticuerpos, es él”, afirmó Glanville. El suero experimental, que combina estos anticuerpos con un inhibidor de moléculas pequeñas, mostró resultados prometedores en ratones, protegiendo contra dosis mortales de veneno. Sin embargo, el antídoto aún no es efectivo contra víboras, que utilizan venenos hemotóxicos, y requiere más pruebas, incluyendo ensayos en perros en Australia.
