Otro país en el tour: Santiago Peña viajará a Bolivia

Otro país en el tour: Santiago Peña viajará a Bolivia

El presidente Santiago Peña confirmó su presencia en los actos por el Bicentenario de Bolivia, que se realizarán el 6 de agosto en la ciudad de Sucre.

Aunque se trate de una fecha simbólica para un país hermano, el viaje vuelve a alimentar las críticas sobre la falta de prioridades del jefe de Estado, que suma desplazamientos internacionales sin pausa, en un país donde las urgencias internas se acumulan y el deterioro institucional se profundiza.

La nueva salida de Peña se da en una secuencia que ya no sorprende pero sí incomoda: hace poco más de una semana estuvo en el Reino Unido, donde mantuvo reuniones protocolares e incluso fue recibido por el rey Carlos III. Apenas culminada esa visita, sin pasar por Asunción más que para cambiar de maletas, partió rumbo a Finlandia, donde participó del Mundial de Rally, una actividad que dista mucho de tener alguna utilidad real en términos de cooperación, comercio o inversión.

Ni bien se cierre su participación en ese evento deportivo, Peña ya tiene prevista su siguiente parada en Bolivia, en lo que será su tercer viaje internacional en menos de un mes. Esta dinámica repetitiva no responde a una coyuntura particular, sino que es parte de una conducta sostenida desde el inicio mismo de su gestión. El mandatario no solo no detiene sus giras, sino que las intensifica, incluso cuando las condiciones internas del país se desmoronan: hospitales sin insumos, escuelas sin docentes, calles tomadas por la inseguridad y un clima de corrupción que golpea cotidianamente al propio Partido Colorado.

En menos de dos años de gobierno, Santiago Peña ya acumuló 49 viajes internacionales, según datos oficiales, con una estadía fuera del país que suma más de 110 días. Promedia más de dos viajes por mes, en una estrategia que no se traduce en mejoras estructurales ni inversiones contundentes. La retórica de la diplomacia económica choca con una realidad marcada por la precariedad y el abandono.

La presencia en el Bicentenario de Bolivia será otra postal para los registros oficiales, pero difícilmente traiga resultados que justifiquen otro desplazamiento en plena crisis. Porque mientras Peña sigue sumando sellos en el pasaporte, millones de paraguayos siguen esperando que, por fin, su presidente se quede en casa a gobernar.

Fabrizio Benzo

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