Peña gasta más de lo que gana y aún no transfiere su mansión en San Ber

Peña gasta más de lo que gana y aún no transfiere su mansión en San Ber

El presidente Santiago Peña declaró ante la Contraloría General de la República un crecimiento patrimonial que sigue generando sospechas. Su última declaración jurada revela inversiones millonarias, gastos mensuales que superan ampliamente su salario presidencial y una lujosa mansión en San Bernardino cuyo título de propiedad sigue “en trámite”.

Según los documentos presentados, el terreno de media hectárea donde se erige su casa de verano está valuado en G. 1.450 millones, mientras que la construcción costó G. 6.300 millones. En total, el mandatario tasó su propiedad en G. 7.750 millones, aunque en 2023 aseguró contar con apenas G. 390 millones entre efectivo y cuentas bancarias. El resto de sus fondos, explicó, se encontraba en inversiones.

Para justificar el salto patrimonial, Peña mencionó un préstamo de ueno Bank y el rescate de sus acciones en ueno Holding, operación que —según él— permitió concluir la mansión. Sin embargo, la obra estaba lista desde agosto de 2024, varios meses antes de que esa transacción financiera se concretara oficialmente.

La declaración también muestra que el mandatario mantiene deudas por más de G. 2.100 millones con la constructora Gómez Abente S.A., vinculada a su entorno familiar. A pesar de esto, reporta gastos personales que duplican su salario mensual: G. 52 millones en educación, G. 2.5 millones en medicina, y otro tanto en vestimenta, además de cifras considerables en telefonía y representación.

Otro dato llamativo es que Peña asegura ya no poseer ningún vehículo, tras vender su Toyota Fortuner por G. 408 millones. Tampoco declaró joyas ni bienes suntuosos, aunque mantiene G. 190 millones en concepto de “otros” y G. 150 millones en obras de arte, sin mayores especificaciones.

El contraste entre sus ingresos declarados —G. 37 millones mensuales— y su nivel de gasto genera críticas en redes y círculos políticos. La opacidad en torno a su mansión y las inconsistencias entre sus ingresos, préstamos y estilo de vida reavivan las dudas sobre cómo el presidente logró financiar uno de los patrimonios personales más elevados dentro del Gobierno.

Adolfo Núñez

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