Un funeral humilde y sencillo: Así será el adiós al Papa que rompió esquemas
El mundo despide con lágrimas y respeto al papa Francisco, quien falleció este lunes a las 7:35 de la mañana (hora de Roma) en su residencia del Vaticano, la Casa Santa Marta. La noticia fue confirmada por el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel, en un emotivo mensaje: “El obispo de Roma ha partido hacia la casa del Padre. Su vida entera fue un testimonio de entrega, valentía y amor sin fronteras, especialmente hacia los más olvidados”.
Pero fiel a su estilo sencillo y humilde, el Papa argentino no quiso que su adiós estuviera marcado por la pompa ni los protocolos centenarios. En 2024, Francisco ya había dejado por escrito sus deseos de modificar profundamente el ceremonial funerario reservado para los pontífices, buscando reflejar no la imagen de un jefe de Estado, sino la de un servidor de Cristo y del pueblo.
Un adiós sin privilegios
Entre los cambios más significativos: no habrá capilla ardiente privada ni reuniones exclusivas entre altos dignatarios. En lugar de tres ataúdes —uno de ciprés, uno de plomo y otro de roble—, Francisco eligió un simple féretro de madera con un interior de zinc. También rechazó el uso del catafalco —la estructura elevada sobre la que descansaban los papas— y no quiso que lo acompañaran los símbolos de poder como el báculo pontificio.
Su cuerpo será trasladado directamente a la Basílica de San Pedro, donde será expuesto a ras del suelo para que todos, sin distinción, puedan rendirle homenaje. Un gesto final de cercanía con su pueblo.
Sencillez hasta el último detalle
El ritual litúrgico se desarrollará utilizando títulos sencillos como “Obispo de Roma” o “Pastor”, en lugar de las habituales fórmulas que resaltan el poder pontificio. El tradicional “anillo del pescador”, símbolo de la autoridad papal, no será destruido esta vez. Francisco ya había elegido que fuera de plata dorada y no de oro, como lo establecía la tradición.
Dentro del ataúd se incluirá, como es costumbre, un pergamino con los hechos más relevantes de su pontificado, así como monedas conmemorativas acuñadas durante su tiempo como líder de la Iglesia.
Su última morada: Santa María la Mayor
En vida, Francisco expresó su profundo amor por la basílica de Santa María la Mayor, en Roma, lugar que visitaba antes y después de cada viaje apostólico para ofrecer flores a la Virgen. Será allí donde descanse finalmente, rompiendo con la costumbre de ser sepultado en las criptas de San Pedro.
El Papa Francisco —quien eligió su nombre inspirado en San Francisco de Asís, símbolo de humildad y paz— será recordado no solo por su pensamiento reformador, su amor por los pobres y su enfoque humano, sino también por haber transformado incluso su propio funeral en un acto de coherencia con sus principios.
Así parte el Papa del pueblo. Sin corona, sin trono, pero con el corazón del mundo entero.
