La profunda amistad entre el Papa Francisco y la paraguaya Esther Ballestrino
Ana María Careaga Ballestrino, hija de la paraguaya Esther Ballestrino de Careaga, recordó con emoción y claridad la entrañable relación que unió a su madre con el Papa Francisco, quien falleció esta mañana. En una entrevista, habló sobre cómo ese vínculo marcó la vida del pontífice y continúa dejando huellas.
Esther Ballestrino, química, militante del Partido Febrerista y exiliada paraguaya, conoció a Jorge Mario Bergoglio cuando este era apenas un joven estudiante que hacía prácticas en un laboratorio donde ella trabajaba. “Fue la mujer que me enseñó a pensar”, llegó a decir el Papa Francisco sobre ella años después, cuando ya era Sumo Pontífice.
“Él tenía dudas sobre su vocación y ella le dijo que siguiera su corazón. Eso marcó profundamente a Francisco”, relató Ana María.
Durante los oscuros años de la dictadura argentina, Ballestrino —madre fundadora de Madres de Plaza de Mayo— fue secuestrada junto a otras compañeras. Poco antes de su desaparición, pidió ayuda a Bergoglio para esconder su biblioteca, que contenía textos de Marx, Lenin, pedagogía y análisis político, considerados peligrosos por la represión. El sacerdote accedió, en un gesto que Ana María considera un símbolo del lazo solidario y respetuoso que los unía.
“Era una biblioteca entera, comprometida ideológicamente. Mi madre confiaba en él. Había un vínculo profundo”, contó.
En otro tramo de la entrevista, Careaga reflexionó sobre la pérdida que representa la partida del Papa Francisco para el mundo actual. “Va a dejar un vacío inmenso. Su voz solidaria con los pobres, los inmigrantes y los pueblos originarios será muy extrañada en este mundo cada vez más injusto y degradado”, expresó.
También cuestionó el rumbo de la política argentina actual, especialmente en lo relativo a los derechos humanos y la memoria histórica. “Estamos viviendo un retroceso cultural gravísimo. Se está intentando desandar consensos sociales que costaron décadas”, advirtió, aludiendo al negacionismo, la crisis educativa y el ataque a políticas públicas construidas desde el retorno democrático.
