El árbitro facha que estudia, impone respeto… y esta semana tocó el corazón de todos

De silbato firme, mirada que paraliza y paso seguro en cada cancha, Ever Escobar se ganó el respeto (y varios suspiros) en el fútbol paraguayo. Pero no es solo pinta: detrás del look que arrasa en redes hay cabeza, disciplina y mucha formación.

Mientras otros solo hablan, él estudia. Se preparó con todo para ser árbitro profesional: cursos oficiales, entrenamientos exigentes, psicología deportiva, manejo de presión… El tipo no improvisa. Cada decisión que toma en la cancha viene respaldada por horas de estudio y pasión por el juego limpio.

Y aunque muchos lo siguen por su facha de serie de Netflix, él prefiere que lo valoren por su entrega.

“No vine a gustar, vine a impartir justicia”, podría decir (pero no lo dice, porque es humilde )

Pero esta semana, Ever sorprendió desde otro lugar: el más humano.
🕊 En sus historias de Instagram escribió:

“Pido una oración por mi abuelita, está muy delicada de salud.”

Y ahí entendimos todo: que el tipo de hierro también tiene corazón. Que el árbitro que no se le achica a nadie, también tiene días difíciles. Que detrás del uniforme hay un nieto que sufre en silencio y pide lo único que a veces necesitamos: un poco de fe.

Así es Ever Escobar. Firme, preparado, reservado. Pero también real, sensible y profundo.

El árbitro que no solo cobra fouls: cobra respeto, cariño y ahora también, oraciones.
Y lo hace todo… con estilo.