Gustavo Alfaro: “No quiero ir a participar, quiero ir a competir”
Tras sellar la histórica clasificación de Paraguay a la Copa del Mundo, el D.T. Gustavo Alfaro ofreció una emotiva conferencia de prensa en la que atribuyó el mérito total a sus jugadores.
Alfaro se maravilló con la pasión del pueblo paraguayo y trazó una ambiciosa hoja de ruta para el futuro, dejando claro que el objetivo es trascender.
Comenzó la conferencia rindiendo un gran tributo a su plantel, a quienes considera los verdaderos artífices del logro. “Me la hicieron muy fácil los muchachos”, afirmó, destacando que se alinearon rápidamente detrás de la idea propuesta.
El estratega reveló que al llegar, su principal desafío fue “conquistar la voluntad de los jugadores”, tratando de entender por qué un grupo con tanto talento humano y futbolístico no obtenía resultados. Su rol, según sus propias palabras, fue simple: “Yo vine a agitar a los jugadores, a tratar de agitarlos para que reaccionen”.
“Zamarrear el árbol para que se caigan las arañas, porque los frutos estaban ahí», manifestó.
El entrenador se mostró profundamente conmovido por la respuesta del país, confesando que nunca dimensionó la pasión que Paraguay podía demostrar. Describió cómo un “sueño que parecía de espacios vacíos”, habitado solo por el cuerpo técnico y los jugadores, creció hasta ser lo suficientemente grande “como para que entre el país entero”.
La movilización popular fue evidente en el último partido: “Siempre demoramos alrededor de una hora en llegar desde Ypané al Defensores del Chaco. Hoy nos tomó 2 horas […] Hoy estaba el pueblo en la calle, hoy estaba el país en la calle”. Alfaro aseguró que el partido final lo jugaron “6 millones y medio de personas” en alusión al país entero.
Con la clasificación asegurada, Alfaro ya mira hacia el futuro y eleva la exigencia. “Lo que hicimos hasta acá nos alcanzó para ir a la Copa del Mundo, pero para mí no nos alcanza para jugar el Mundial que a mí me gustaría jugar”. Su plan es claro: la selección debe tener un crecimiento futbolístico, en rendimientos y en formas. Para ello, ha pedido organizar los partidos amistosos “más difíciles posibles”. El objetivo es nivelarse hacia arriba. “Al mundial no, yo no quiero ir a participar. Si yo vine acá es porque quiero ir a competir por lo máximo”, sentenció.
¿Soñar con la Copa del Mundo? «¿Dónde está escrito que no se puede?”, señaló
También compartió un momento íntimo, revelando que tras el pitazo final miró al cielo y recordó a sus padres y a su hermana fallecidos.
Su mensaje final para el país fue un llamado a la unidad y a cuidar el logro conseguido: “Esto es de todo Paraguay. Que estos 16 años que le tocó padecer a Paraguay lo cuidemos, que lo cuidemos entre todos. Esto no es de un entrenador, esto no es de un grupo de jugadores, esto no es de un presidente, esto es de un país”, indicó.
