Larissa Riquelme y su eterna obsesión con ser “La Novia del Mundial”
Parece que 16 años no fueron suficientes para Larissa Riquelme, quien sigue aferrada con uñas y dientes al título que la catapultó a la fama en Sudáfrica 2010. Esta vez fue más allá: decidió patentar el nombre “La Novia del Mundial”, como si de una marca de gaseosa se tratara.
La gran pregunta es: ¿de verdad las nuevas generaciones van a estar contentas de que Larissa siga representando a Paraguay en ese papel? Porque, como ella misma siempre repite, “la prensa internacional me eligió”. Claro, pero eso fue hace más de una década, cuando todavía existía el BlackBerry.
Al blindar legalmente el título, la modelo prácticamente le quita el derecho a la prensa de elegir a otra “novia” en el futuro, dejando en evidencia que su obsesión con revivir glorias pasadas supera cualquier renovación.
Y lo más curioso: si realmente está cursando Periodismo Deportivo, como suele contar, quizás sería mejor que se concentre en aprender a relatar partidos en lugar de seguir peleando con fantasmas del pasado.
