El “chipero cheto” desfiló con chipas y glamour en la noche del Reality Show
La gala de premiación del Reality Show, conducida por Norita Rodríguez, tuvo un momento que eclipsó a todos: la entrada triunfal de Rodrigo Coronil, el popular “chipero cheto”, quien se robó el espectáculo con una aparición digna de Hollywood pero con sabor bien paraguayo.
El empresario llegó en una limusina de lujo, enfundado en un elegante traje color bordo que brillaba bajo las luces del evento. Su estilo desató comentarios, flashes y hasta murmullos entre los asistentes, confirmando que su presencia no pasa desapercibida.
Pero lo que realmente encendió la polémica fue su sello inconfundible: una canasta repleta de chipas, símbolo de la tradición que lo llevó a la fama y que ahora combina con su vida llena de lujos y extravagancias.

La mezcla de glamour y chipas generó furor en redes sociales, donde los usuarios lo coronaron como el protagonista indiscutido de la noche. Algunos aplaudieron su originalidad, mientras que otros lo tildaron de “show mediático” para seguir en boca de todos.
Lo cierto es que el “chipero cheto” volvió a dar de qué hablar y, como siempre, convirtió la polémica en su mejor pasarela.
