Hijas de Lindstron denuncian despojo judicial de su estancia
Las hijas de Luis Lindstron, productor secuestrado y asesinado por el EPP en 2013, denuncian haber sido despojadas de la estancia que su familia ocupa desde hace décadas mediante lo que califican como una maniobra judicial irregular, ejecutada sin notificaciones, sin debido proceso y con apoyo de un juez, agentes fiscales y policiales.
Según relató Silvia Lindstron, el pasado 4 de noviembre, Klaus Smith ingresó al inmueble con una orden judicial firmada por el juez de Horqueta, Alberto Panza. La familia sostiene que dicha resolución fue utilizada de manera abusiva y extemporánea, ya que nunca fueron notificados de que existía un juicio en curso.
Además, afirman que la disposición ni siquiera estaba firme al momento de ejecutarse, lo que constituye otra irregularidad grave.
Silvia Lindstron recordó que Klaus Smith ya había reclamado esas tierras en un juicio iniciado en 2010, cuando Luis Lindstron ocupaba y trabajaba la finca de Paso Itá hacía más de dos décadas.
Ese expediente, según explica la familia, había sido archivado por caducidad luego de que las propias hijas lo enfrentaran judicialmente tras el asesinato de su padre. Por ello, afirman que la nueva resolución del juez Panza fue una sorpresa absoluta: “Nunca fuimos notificadas de que existía un nuevo juicio. Nos encontramos con una orden ejecutándose sin habernos dado participación. Fue dictado todo en total indefensión”, cuestionó Silvia.
La posesión de la estancia por parte de los Lindstron, afirman, es un hecho público y notorio, conocido por toda la comunidad de Tacuati y por las propias autoridades desde hace décadas.
El conflicto escaló el viernes 14 de noviembre, cuando el fiscal Joel González llegó al lugar acompañado de una numerosa comitiva policial.
Las Lindstron describen el operativo como un desalojo encubierto, sin orden de allanamiento ni de desalojo debidamente presentada: “Nunca fuimos notificadas de nada. Un juez entrega nuestras tierras como si no estuvieran desocupadas. Eso es falso: jamás dejamos esas tierras. Luego viene el fiscal con un operativo armado y nos quitan todo sin darnos opción”, denunció Silvia.
Agregó que la posesión fue entregada no solo a Klaus Smith sino también según afirma, a personas “con antecedentes y vinculaciones turbias”, lo que incrementa las sospechas de la familia.
Silvia relata que el operativo contó con más de 50 policías, quienes presionaron para que ella y su personal salieran de la estancia: “Me sacaron de manera arbitraria. Casi me esposan. Dejamos animales, maquinarias, todas nuestras pertenencias. Todo quedó en manos del abogado de Smith. Esto no fue improvisado, planearon para sacarnos”, sostuvo.
Para la familia, el procedimiento constituye un despojo ejecutado con apoyo estatal, sin garantías y tratándolas “como delincuentes”, pese a ser afirman, poseedoras legítimas de la propiedad por más de dos décadas.
