Tirón de oreja al Sistema Educativo durante homilía de Caacupé
Durante el segundo día del novenario en Caacupé, el Pbro. Dr. Nilo Zarate SDB, director del Instituto Superior Salesiano de Estudios Filosóficos (ISSEF), lanzó una dura y directa crítica al sistema educativo paraguayo y a la falta de compromiso político para mejorarlo. En su homilía, centrada en el lema “Impulsar la educación integral del pueblo paraguayo”, señaló que el Estado continúa siendo el principal responsable del deterioro educativo y que “no puede seguir mirando para otro lado”.
Zárate cuestionó abiertamente a la clase política, afirmando que existe una “miopía que no ve o no quiere ver la crisis educativa”, y advirtió que “ningún gobierno debe alardear de crecimiento económico si no invierte en educación”. También denunció la persistente influencia partidaria en organismos de control, asegurando que “los ministerios y consejos no pueden ser copados por políticos que solo buscan hacer politiquería”.
El sacerdote hizo hincapié en las profundas desigualdades del sistema, señalando que “los años de formación de un hijo de campesino no llegan ni a la mitad de los de un hijo de profesional urbano”, reflejo de una brecha que —según dijo— se agrava por la falta de infraestructura básica: “Nuestras escuelas carecen de lo esencial; muchas ni comedor tienen”.
Retomando citas del papa Francisco y del papa León XIII, recordó que la política debe ser entendida como servicio y caridad social. Criticó con firmeza los discursos meritocráticos que culpan a los pobres de su situación: “Decir que el pobre es pobre porque quiere es un acto de crueldad y ceguera”. Además, advirtió sobre una élite “que vive en burbujas confortables y desconectadas del país real”, mientras la pobreza educativa se profundiza.
Zárate insistió en que la Iglesia no es ajena al desafío y que históricamente ha acompañado al Estado en la tarea educativa, pero remarcó que la obligación principal sigue siendo estatal. “Se exige una reforma profunda del sistema educativo y no retoques o cambios de nombres”, afirmó. Llamó a los cristianos a involucrarse activamente en la vida pública y a ejercer la “caridad política” para impulsar cambios reales.
“La educación es la mejor manera de ayudar al pobre”, sostuvo, afirmando que el país necesita decisiones urgentes y no dilaciones. “Quien ama no delega, no pospone: inicia hoy”, recordó citando textos del magisterio. Su mensaje concluyó con un llamado a superar la pobreza educativa como parte esencial de la misión cristiana y del compromiso con el bien común.
