Valenzuela llama en Caacupé a combatir la corrupción y promover el bien común

Valenzuela llama en Caacupé a combatir la corrupción y promover el bien común

Durante la misa central de Caacupé, el monseñor Ricardo Valenzuela exhortó a autoridades y ciudadanos a asumir una mayor responsabilidad social, advirtiendo que la corrupción, la inequidad y el acaparamiento de bienes profundizan la crisis nacional. El prelado vinculó el lema “Denles ustedes mismos de comer” con un llamado a reforzar políticas públicas enfocadas en el bien común, la justicia y la atención a los sectores más vulnerables.

Valenzuela advirtió que la corrupción sigue siendo “una de las grandes causas del triste estado de cosas que está viviendo la nación”, y sostuvo que una persona corrupta “destruye a la sociedad porque compra, quita confianza y rebaja la dignidad de los demás”. Aseguró que cuando la corrupción alcanza niveles profundos, “todo se cae”, citando al profeta Isaías para remarcar que sus efectos deterioran tanto la gestión pública como la convivencia social.

Además, cuestionó el acaparamiento y la acumulación desmedida de bienes, retomando referencias bíblicas para señalar la importancia de un enfoque de justicia distributiva. Recordó que la propiedad privada tiene una función social y que los bienes “deben servir al bienestar general”, afirmación que conectó con la necesidad de que el Estado garantice acceso a servicios básicos como educación, salud, vivienda y empleo digno.

El obispo también instó a superar actitudes individualistas, afirmando que “el bien común exige desprendimiento, responsabilidad y el desarrollo de las mejores cualidades de cada ciudadano”, especialmente de quienes ejercen cargos públicos. Subrayó que gobernantes y autoridades tienen la obligación de promover condiciones de vida digna para toda la población, más allá de intereses sectoriales o alianzas políticas.

«Nunca tenemos que ser ni mezquinos, ni tacaños, ni amarretes. Siempre debemos tener manos generosas”, sostuvo el monseñor.

Durante su mensaje, Valenzuela insistió en que la solidaridad y la generosidad deben entenderse como principios con impacto social: “Nadie puede decir que no tiene nada para dar”, expresó, señalando que el país requiere un compromiso más amplio para atender necesidades no satisfechas y reducir desigualdades. En este sentido, pidió que la cultura del “dar”, entendida como corresponsabilidad, se convierta en una práctica cotidiana tanto en instituciones públicas como privadas.

El prelado concluyó destacando que Paraguay necesita fortalecer la educación, crear más empleos dignos y combatir la corrupción para “recuperar la confianza perdida y garantizar una vida más justa para todos”

Fabrizio Benzo

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