Carta de la CEP denuncia corrupción: «Atenta contra el bien común, por lo tanto, es una ofensa a Dios»
Monseñor Pedro Jubinville, obispo de San Pedro y presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, leyó una contundente carta a la ciudadanía al culminar la misa central en la Basílica de Caacupé, en el marco de la festividad de la Virgen de los Milagros. En su mensaje, calificado como un llamado urgente a la conversión ética, el prelado describió la corrupción como un pecado grave que atenta contra el bien común y ofende directamente a Dios, en una celebración que congregó a miles de fieles.
La carta destaca que la corrupción desvía recursos destinados al pueblo, erosiona la confianza en las instituciones, fomenta el cinismo y abre puertas a populismos autoritarios. Además, facilita la captura del Estado por grupos mafiosos o vinculados al crimen organizado, profundizando la desigualdad social. Jubinville enfatizó que, sin un sistema de justicia funcional, no existe una lucha real contra este mal, ya que la impunidad desalienta la inversión responsable y refuerza la percepción de que la ley solo se aplica a los pobres.
En otro párrafo, el obispo insistió en la necesidad de fortalecer las unidades anticorrupción y promover la ética en los funcionarios públicos. Repudió prácticas como el uso indebido de vehículos estatales para fines particulares, el nepotismo, los viáticos injustificados y el cuoteo político, que debilitan la convivencia social y el bien común.
Este pronunciamiento se enmarca en la tradición de la Iglesia paraguaya de abordar temas sociales durante Caacupé, coincidiendo con reflexiones similares en el novenario previo sobre desigualdad y transparencia.
El mensaje de Monseñor Jubinville representa un llamado a la responsabilidad colectiva para construir un Paraguay más justo y solidario, invitando a la conversión personal y ciudadana en defensa del bien común.
