Japoneses buscan preservar 80 mil hectáreas destinadas a desarrollo sustentable, afirman
El abogado Milciades Benítez señaló que la Fundación para el Desarrollo Sustentable en las Américas del Norte y del Sur, una organización con 25 años de trabajo en el Chaco paraguayo, busca intervenir en un juicio que pone en riesgo su labor en 80 mil hectáreas. Benítez agregó que estas tierras, arrendadas con opción a compra, han sido clave para sus proyectos de desarrollo comunitario y sostenibilidad ambiental.
Según Benítez, la organización japonesa cuenta con un contrato que respalda sus derechos sobre las tierras.
“Hace 25 años que la Fundación tiene un contrato con opción a compra con la Asociación Espíritu Santo. Ese contrato está inscripto en los registros públicos desde mucho antes que cualquier escritura a nombre de estas empresas de maletín”, afirmó.
La disputa gira en torno a 310 hectáreas de estas propiedades, valuadas en 500 millones de dólares, que empresas extranjeras intentan registrar a su nombre. El abogado explicó que estas empresas, a las que calificó como “de maletín”, buscan inscribir las tierras pese al contrato vigente.
“El Juzgado, de esta manera, corre traslado a las partes interesadas en el juicio por las tierras del Chaco. Por un lado, a la Asociación Espíritu Santo, y por otro, a las empresas de maletín que a toda costa quieren inscribir las tierras”, señaló Benítez.
Cabe destacar que en 2018, la exjueza Tania Irún, hoy expulsada de la judicatura, firmó la sentencia que permitió la transferencia de las tierras protegidas por la Ley de Seguridad Fronteriza a nombre de cuatro firmas offshore registradas en las Islas Vírgenes y Chipre.
La Fundación presentó su solicitud de intervención en la etapa de ejecución de sentencia, argumentando su legítimo interés en el caso.
“Ese mismo expediente donde se dictó sentencia, nosotros, en la etapa de la ejecución de la sentencia, solicitamos intervenir como terceros en razón de que contamos con un contrato de arrendamiento con opción a compra”, explicó el abogado.
La organización considera que su trabajo en las tierras no solo beneficia a la comunidad local, sino que también contribuye a la preservación del medio ambiente en esta región estratégica del Gran Pantanal.
