Inicio de clases: El programa «Hambre Cero» desafía la transparencia del Gobierno de Peña en el manejo de la alimentación infantil

Desde mañana con el inicio de clases, se llevará a cabo el programa «Hambre Cero en las Escuelas». El mismo busca proporcionar alimentación diaria a más de un millón de estudiantes y generar 40.000 empleos. En tanto, a la par, el plan enfrentó diversas críticas desde su implementación. Expertos y organizaciones han señalado problemas en su ejecución y sostenibilidad.
El sociólogo Luis Ortiz, asesor de Educación de la Cámara de Diputados, cuestionó la eficacia del programa, indicando que una parte significativa de los fondos se destina a intermediarios en lugar de llegar directamente a los beneficiarios. Además, la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) criticó la centralización y el financiamiento del programa, argumentando que profundiza las desigualdades y no aborda las causas estructurales de la pobreza.
Informes recientes han revelado irregularidades en la distribución de alimentos. Por ejemplo, algunas escuelas han recibido productos en mal estado, lo que ha generado preocupación entre docentes y padres de familia. La Contraloría General también detectó prácticas cuestionables en la gestión del programa, similares a las observadas en administraciones anteriores.
A pesar de las críticas, sectores oficialistas defienden la iniciativa. La diputada Rocío Abed calificó de «lloro» las denuncias sobre la calidad de los productos y respaldó las acciones del gobierno, instando a no politizar el programa.
Ante estos desafíos, expertos y organizaciones abogan por una mayor transparencia en las licitaciones y una gestión más eficiente de los recursos para garantizar que el programa cumpla con sus objetivos sin perpetuar desigualdades existentes.