Monseñor Valenzuela: «Nos queda el recuerdo de saber que pasó por aquí un Papa que amó mucho Paraguay»
Tras el fallecimiento del Papa Francisco esta mañana, el obispo de Caacupé, Monseñor Ricardo Valenzuela, expresó su pesar y recordó con cariño el vínculo estrecho que el pontífice mantuvo con el pueblo paraguayo.
“Nosotros le decimos grande por el gran amor que nos tuvo a nosotros los paraguayos”, manifestó con emoción Mons. Valenzuela. “Eso es algo que tenemos que reconocer y poner en valor. Incluso, en algunos lugares, eso despertó un poquito de envidia: ¿por qué se les quiere tanto a los paraguayos?”.
El obispo recordó especialmente la histórica visita del Papa Francisco a Paraguay en 2015, que dejó una huella profunda en la feligresía. “Todos hemos vibrado en ese momento, nos empezamos a agradar con su cercanía. A mí me tocó especialmente el encuentro con la juventud, y recuerdo esa juventud entusiasta que le aclamaba en todo momento”, expresó.
Francisco, quien falleció esta madrugada en Roma, se distinguió por su afecto especial hacia el pueblo paraguayo y, particularmente, hacia la mujer paraguaya. Mons. Valenzuela destacó que este cariño se basaba en el profundo respeto del pontífice hacia la resiliencia histórica de las mujeres tras la Guerra de la Triple Alianza y la Guerra del Chaco. “Él reconocía el heroísmo de la mujer paraguaya, que tuvo que reconstruir la nación desde los escombros. Por eso él las llamaba ‘las gloriosas mujeres paraguayas’”.
Consultado sobre la ausencia del Papa Francisco en su natal Argentina, el obispo reflexionó: “Creo que fue por el dolor profundo que le dejaron los tiempos difíciles de la dictadura. Momentos muy duros, en los que incluso fue acusado injustamente. Quizás por eso evitó regresar, para no alimentar tensiones políticas”.
Monseñor Valenzuela también recordó una anécdota reciente, ocurrida apenas dos meses atrás durante una peregrinación del mundo de la comunicación en Roma. “Le llevamos chipa, y cuando se la entregaron, dijo en voz baja: ‘Cómo quiero que esto termine ya para ir a desayunar con esta chipa’. Eso era él. Cercano, cálido, humano. Nos deja recuerdos que son muy caros al corazón y a nuestra identidad paraguaya”.
Finalmente, el obispo de Caacupé destacó el legado de Francisco en la Iglesia universal y en el Paraguay: “Nos queda el recuerdo de saber que una vez pasó por aquí un Papa que nos quiso y nos amó mucho. Como también lo hizo Juan Pablo II hace más de tres décadas. Francisco nos mimó mucho, nos miró con ternura, y por eso hoy oramos con gratitud y dolor”.
