«Si no hacemos nada, estamos fritos», dice expresidente de la ANDE ante crisis en puerta
El Ing. Carlos Heisele, expresidente de la ANDE, se suma a las voces que advierten sobre el posible colapso energético en Paraguay para el año 2030 si no se toman medidas urgentes y concretas.
En conversación con la Megacadena, expresó su preocupación por la falta de previsión y acciones firmes para acompañar el crecimiento de la demanda eléctrica en el país.
«Paraguay estaba empezando un desarrollo efectivo en el crecimiento de la utilización de la energía eléctrica», recordó Heisele.
Sin embargo, destacó que la capacidad de transmisión no ha crecido al ritmo necesario.
«En el 2012 estábamos con 2.500 megavatios de potencia disponible a transmitir y llegamos a 2.300. Hoy el panorama es alarmante», apuntó.
El ingeniero no dudó en calificar como «muy oportuno» el establecimiento del año 2030 como una fecha crítica, aunque sostuvo que la advertencia debió haberse tomado en serio mucho antes.
«Yo en el 2012 había dicho que en el 2028 tendríamos que ver si no estamos en crisis energética», afirmó.
Heisele respaldó el llamado de alerta de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), que recientemente instó a tomar precauciones ante un eventual apagón masivo.
«Vale el llamado para buscar opciones y evitar un colapso energético», expresó.
En caso de limitaciones de potencia, el impacto en la calidad de vida y la economía sería severo.
«Lo que podría limitarse es el uso de aire acondicionado en verano, cosa que sería lamentable, desastroso y hasta inhumano. Limitar industrias, limitar puestos de trabajo sería una cuestión más lamentable todavía», señaló con preocupación.
Para explicar la gravedad de la situación, el ingeniero comparó la capacidad energética con un sistema doméstico: «Vos tenés una llave limitadora de 10 amperios, es lo máximo que puede recibir tu casa, pero sin comunicarte te instalaron un aire de 36 mil BTU. Al accionar esa llave, salta y tenés un apagón. Es más o menos el mismo concepto».
Frente a este escenario, Heisele instó a actuar con urgencia.
«Esta es una cuestión delicada que precisa mucha discusión y, sobre todas las cosas, solución. Hay que tomar las cosas en serio y con rapidez, no esperar que se colapse y después ver qué hacemos. Ahí ya estamos fritos todos».
