Comunidades indígenas viven situaciones extremas por falta de alimentos y asistencia insuficiente, denuncian
Mario Rivarola, presidente de la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (ANIVID), denunció la crítica situación que enfrentan varias comunidades indígenas debido a la falta de acceso a alimentos y la insuficiencia de la ayuda humanitaria proporcionada por el Estado. Según Rivarola, muchas comunidades no reciben asistencia, y en los casos en que llega, los kits de alimentos son insuficientes para cubrir las necesidades básicas.
El líder indígena destacó que las comunidades están enfrentando «situaciones extremas», agravadas por condiciones climáticas adversas. «Primero estábamos con sequía y ahora tenemos inundaciones», afirmó Rivarola, señalando que estas dificultades han afectado gravemente la producción de alimentos y el acceso a recursos esenciales en regiones como Bahía Negra, Alto Chaco, Mariscal Estigarribia y la zona del Pilcomayo.
Rivarola criticó duramente la respuesta del gobierno, especialmente del Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), acusándolo de mostrar «poco interés» y «falta de voluntad» para atender las necesidades de los pueblos indígenas. «La política del Estado está lejos de los pueblos indígenas. Los pueblos indígenas se encuentran huérfanos de la política», expresó, añadiendo que los funcionarios del INDI «se burlan» de las comunidades al desentenderse de sus problemas.
Kits insuficientes y comunidades desatendidas
El presidente de ANIVID detalló que los kits de alimentos enviados por el Estado contienen apenas 22 kilos de provisiones, una cantidad que resulta insuficiente para las familias indígenas, que en promedio tienen al menos ocho miembros. «No les alcanza y tienen que esperar tres meses para que llegue otra partida, pero hay zonas donde no llega nada», lamentó Rivarola, mencionando específicamente a comunidades del pueblo Angaité que no han recibido asistencia alguna.
La situación es particularmente alarmante en el contexto de las inundaciones que afectan al Chaco paraguayo, una región históricamente vulnerable a los desastres naturales. Según Rivarola, las comunidades están «bajo agua», lo que complica aún más la distribución de ayuda y agrava las condiciones de vida de las familias indígenas.
«Vamos a llevarles nuestros reclamos, vamos a priorizar el Chaco, y si no hay respuesta en un mes, podemos encontrarnos en la calle», señaló.
