Orué afirma que la DNIT lidera combate al contrabando y cuestiona trazabilidad del SENAVE
En charla con la radio 1080 AM, el titular de la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT), Óscar Orué, aseguró que la institución que encabeza lidera actualmente la estrategia nacional de combate al contrabando, especialmente en el rubro frutihortícola, en respuesta a las declaraciones del ministro de Agricultura, Carlos Giménez, quien recientemente atribuyó a Senave la responsabilidad por incautaciones récord.
Orué explicó que la DNIT realizó una transformación institucional y operativa, con tecnología, inteligencia fiscal y logística propia, y advirtió que el principal obstáculo en el trabajo conjunto fue la falta de rigor en los procesos de trazabilidad que proveía Senave.
“Desde que se inició el gobierno cambiamos la estrategia y nosotros lideramos realmente esa campaña”, afirmó el director. Detalló que la DNIT coordina el operativo nacional contra el comercio ilícito y trabaja con las fuerzas públicas y con funcionarios del Ministerio de Agricultura en materia informativa, aunque enfatizó que el modelo central de combate está bajo el diseño y la ejecución de su institución.
Explicó que el nuevo enfoque incluyó la creación de la Dirección de Anticontrabando y Represión del Comercio Ilícito, dependiente directamente del despacho del director nacional. “Establecimos nuevas estrategias. La primera es el trabajo de inteligencia de campo con la Dirección de Inteligencia Fiscal, y la segunda es la parte operativa de incautaciones”, indicó.
La nueva dependencia sucedió a unidades anteriores como DETAVE y COIA, aunque según Orué, se modificaron los procesos internos: “Cambiamos la gente, aplicamos un proceso de selección más estricto y le agregamos tecnología. Ya adquirimos cinco drones para realizar vigilancia aérea”.
El titular de la DNIT reconoció que la relación con Senave fue “compleja”, debido a la falta de colaboración estrecha en momentos clave de los procedimientos. “Hacíamos incautaciones y Senave decía que el producto era paraguayo, que tenía control de finca. Pero en varios casos sabíamos que no era así”, sostuvo.
Uno de los principales problemas fue la documentación de respaldo. Orué relató que Senave entregaba la AFIDI, el certificado de trazabilidad que permite legalizar la importación. “Cuando había restricción y se detectaban productos sin ese documento, incautábamos, pero luego aparecía una trazabilidad que no coincidía. Presentaban facturas falsas o que correspondían a otros productos”, denunció.
El director advirtió que el sistema de trazabilidad “no funcionó nunca” y que representa el punto más urgente a revisar en el control interinstitucional. “Eso es lo que más tenemos que buscar hoy: trazabilidad transparente y efectiva”, remarcó.
Orué explicó que en varias ocasiones, tras la incautación de mercadería, Senave aparecía como respaldo de los comerciantes con documentación que complicaba el avance legal. “Nos decían ‘acá está la finca, acá está el producto’, pero luego veíamos que las facturas no coincidían. Algunas eran sobre otros productos, otras eran claramente apócrifas”, relató.
Insistió en que la lucha contra el contrabando no puede blindarse en documentos inconsistentes, y que el Estado debe coordinar con mayor firmeza entre sus instituciones.
