Cartismo protege el oligopolio de la carne y traiciona al pueblo que ya no puede pagar ni el puchero
Una vez más, la bancada cartista demostró de qué lado está. En lugar de defender el bolsillo de las familias paraguayas, abandonó el Senado para boicotear la creación de una Comisión Bicameral que investigue el escandaloso encarecimiento de la carne en el país. La sesión se cayó por falta de quórum, luego de que los legisladores del movimiento de Honor Colorado y sus aliados decidieran huir antes de tratar el tema.
La comisión buscaba desmantelar el oligopolio que controlan frigoríficos con capital brasileño, como Minerva y Concepción, que elevan artificialmente el precio de la carne mientras millones de paraguayos apenas pueden costear cortes baratos. Pero los cartistas, con la complicidad del titular del Senado, Basilio “Bachi” Núñez, optaron por proteger a los grandes empresarios antes que garantizar el derecho a una alimentación digna.
En vez de priorizar el drama nacional, los legisladores oficialistas se limitaron a recibir el juramento del cuestionado Alfonso Noria, suplente de Gustavo Leite, y a aprobar una resolución sin mayor relevancia. La senadora Yolanda Paredes denunció que «existe un oligopolio de frigoríficos que concentran la exportación, manipulan precios y ahogan el mercado interno».

Mientras tanto, el senador Luis Pettengill, dueño del Frigorífico Guaraní, minimiza la situación y hasta recomendó a la ciudadanía que “compre puchero” si ya no puede pagar cortes premium, reflejando el desprecio de esta clase política por las necesidades del pueblo.
La senadora Esperanza Martínez recordó que Paraguay produce más de 600 mil toneladas de carne al año, pero solo se destina el 30% al mercado local, generando un déficit de oferta que encarece los precios.
El cartismo no solo impidió la investigación, sino que también rechazó crear una nueva comisión y propuso trasladar el tema a la Comisión de Industria y Comercio, buscando diluir el impacto político.
