A 21 años del Ycuá Bolaños, hay avances en prevención, pero aún aspectos pendientes

A 21 años del Ycuá Bolaños, hay avances en prevención, pero aún aspectos pendientes

A 21 años de la tragedia del supermercado Ycuá Bolaños, el director interino del Mercado 4 y voluntario, Alejandro Buzó, reflexionó sobre los aprendizajes pendientes y los desafíos actuales en materia de seguridad y prevención de incendios.

“Desde el 2004 hasta hoy no podemos decir que no hay avances, pero también hay cosas que siguen pendientes. La prevención es un trabajo multidimensional y constante”, sostuvo Buzó en entrevista con la radio 650 AM.

Recalcó que gran parte de los riesgos no están solamente en los tiempos de respuesta de los bomberos, sino en la calidad misma de las infraestructuras.

“Casi siempre pensamos en los sistemas de prevención, en cuánto tardan los bomberos en llegar a un incendio. Pero pocas veces nos preguntamos cuán segura es la obra, el edificio, el local”, remarcó.

En ese sentido, señaló que el incendio del Ycuá Bolaños no se originó por fallas en los equipos de emergencia, sino por un vicio constructivo, con un punto ciego, mal diseñado, sin ventilación, con grasa acumulada, que generó el desastre.

“Donde hay un ser humano, hay un riesgo de incendio. Nuestra propia presencia genera riesgo. Lo importante es qué tan preparada está la estructura para soportar o prevenir ese riesgo”, dijo Buzó.

En el marco del aniversario de la peor tragedia civil del país, el voluntario resaltó que se lograron mejoras en reglamentación, conciencia ciudadana y formación técnica, pero advirtió que aún falta consolidar una cultura de prevención, tanto en el sector público como privado.

“Hay cosas que han cambiado, cosas que han mejorado. Pero no podemos relajarnos. La seguridad es una tarea diaria”, expresó.

Buzó destacó que el foco debe estar puesto en la planificación, el mantenimiento y el diseño de los espacios, además de los recursos humanos y equipos para emergencias.

El incendio del supermercado Ycuá Bolaños, ocurrido el 1 de agosto de 2004, dejó más de 400 muertos y centenares de heridos, marcando un antes y un después en la conciencia nacional sobre seguridad en infraestructuras públicas y privadas.

Fabrizio Benzo

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