Surgen nuevos sospechosos del asesinato de Guillermo Moral, confirman investigadores
El comisario Richard Vera, jefe del Departamento de Homicidios, junto con el comisario Marcelino Espinoza, jefe del Departamento de Investigación de Hechos Punibles, estuvieron presentes en los estudios de la radio 1020 AM y revelaron detalles sobre el asesinato del teniente coronel Guillermo Moral.
En la ocasión, revelaron que por fuera de los presuntos homicidas y de la parte logística, tienen en la mira a una mujer y a otras dos personas sospechosas, quienes permitirían llegar a la “etapa más avanzada” del crimen, para dar con los autores morales.
Comisario Richard Vera, jefe del Departamento de Homicidios
El jefe policial informó que los presuntos autores materiales del crimen del teniente Moral son dos jóvenes de 18 y 16 años, residentes en una zona cercana y con un vínculo de amistad. “Ellos tienen una situación media para abajo, no viven en la indigencia ni en la calle, no tienen antecedentes policiales ni datos de consumo o venta de drogas. El de 16 años estaba en etapa escolar”, detalló.
Vera explicó que ambos fueron contratados y financiados para cometer el asesinato. “Tenemos entendido que recibieron dinero para la compra de ese biciclo con el que realizaron este trabajo. Estas personas hicieron tareas de vigilancia y seguimiento a la víctima fatal durante casi un mes”, indicó.
Según el jefe policial, las transferencias realizadas por un monto total de G. 1.800.000 permitieron seguir la trazabilidad del dinero y ejecutar varios operativos en Ciudad del Este. La investigación condujo a tres personas vinculadas a la logística: Ángel David González Guillen (detenido), su tío Jorge Guillen (detenido) y Carlos Antonio Báez Guillen (prófugo).
“El señor Jorge Guillen habría entregado el dinero a su sobrino Ángel para que haga la transacción, mientras que Carlos Báez Guillen fue quien contrató directamente a los dos jóvenes”, precisó Vera. Agregó que el tío “cuenta con antecedentes por casos de piratería del asfalto y sería una persona muy importante en el mundo criminal”, aunque “nunca estuvo preso”.
El comisario señaló que la investigación se encuentra en una fase avanzada. “Tenemos varios niveles: la identidad de los autores materiales, la parte logística y ahora buscamos llegar al autor moral. Queremos llegar al móvil, a la motivación de este crimen”, afirmó.
En ese sentido, reveló la existencia de una mujer y otros dos sospechosos, pero enfatizó que no puede revelar mayores datos al respecto, para no alertar a los presuntos involucrados.
Si bien no se confirmó la pertenencia de los jóvenes a grupos criminales, Vera reconoció que “hay indicios que apuntan a uno más que otro”, aunque sin certeza.
Comisario Marcelino Espinoza, jefe del Departamento de Investigación de Hechos Punibles
Por su parte, el comisario Marcelino Espinoza aportó detalles sobre el perfil de los presuntos implicados. “El menor llegó a llevar un arma al colegio, según nos informaron desde la institución. Fue sancionado por eso. Habría incursionado en algunos delitos menores y fue escalando hasta llegar a esto”, señaló.
El adolescente, según Espinoza, vivía con su padre en una casa alquilada donde este trabajaba como sereno. “Prácticamente el niño vivía solo”, mencionó. El jefe policial confirmó además que se encuentran bajo la lupa una mujer y otras dos personas, que podrían estar vinculadas a la fase final del crimen y aportar datos clave sobre el autor moral.
Espinoza agregó que el menor tenía escritos alusivos al PCC en la pared de una vivienda alquilada. “No podemos avanzar con esa hipótesis, pero se nota que era un fanático de esa organización criminal”, indicó.
“Tenemos una investigación muy bien encaminada. Seguimos en la búsqueda de estas dos personas y esperamos encontrarlas con vida”, concluyó el comisario.
