Piden una suba de G. 600 en el pasaje para evitar el quiebre de las líneas internas
Las empresas permisionarias del transporte público de Asunción advirtieron que atraviesan una situación crítica y solicitaron un reajuste tarifario de G. 600 como medida de emergencia para evitar la paralización del servicio. Técnicos del sector señalan que, sin una corrección inmediata, el sistema podría enfrentar un colapso en los próximos meses.
“Necesitamos un salvataje urgente”, afirmó Teófilo Morales, vocero del gremio, al señalar que la falta de ajustes y la ausencia de subsidio municipal desde 2014 han deteriorado gravemente la prestación del servicio.
En un comunicado dirigido a la ciudadanía, las empresas expresaron “gran preocupación” por la situación económica del sector y advirtieron que, de no tomarse medidas inmediatas, podrían verse obligadas a cesar actividades “a muy corto plazo”. Según explicaron, la falta de ingresos suficientes impacta directamente en el mantenimiento de los ómnibus, el cumplimiento de obligaciones laborales y tributarias, y la capacidad para sostener la frecuencia del servicio.
Morales señaló que el aumento recomendado por el Ejecutivo municipal permitiría reactivar unidades actualmente fuera de circulación. “No es el ajuste necesario, pero ese pequeño ajuste va a permitir que las unidades que están paradas sean levantadas”, sostuvo en charla con la radio 1020 AM.
Andrés Mallada, técnico especializado en transporte público, coincidió en que el reajuste es indispensable para evitar un colapso operativo. “Aumentar el pasaje a G. 3.400 no es lo ideal, pero es de carácter de emergencia hasta que se implemente el plan de modernización”, expresó. El especialista advirtió que sin esa corrección podría darse un cese de actividades el próximo año.
Mallada también cuestionó la gestión del Viceministerio de Transporte, calificándola de “lamentable” y señalando que la ausencia de transparencia y planificación agrava los problemas del sistema. “Como no voy a decir que la gestión del Viceministerio de Transporte es pésima”, afirmó, al recordar que en la última década aproximadamente 1.000 unidades dejaron de operar y unas 20 empresas cerraron.
Las permisionarias insistieron en la necesidad de implementar un sistema de modernización del transporte municipal y pidieron a los usuarios su comprensión. Afirmaron que buscan “una solución equilibrada entre los intereses de la ciudadanía y el gremio de transportistas” para garantizar un servicio eficiente y sostenible.
