Choferes ratifican que no levantarán huelga anunciada sin soluciones a sus demandas
La Federación de Trabajadores del Transporte (Fetrat) confirmó que más de 3.000 choferes de 31 empresas paralizarán sus actividades los días 3 y 4 de septiembre, en rechazo a la reforma del sistema de transporte público que se debate en el Congreso.
Gerardo Giménez, presidente de Fetrat, asegura que la medida no se levantará sin soluciones concretas a sus demandas, como la eliminación de artículos que amenazan derechos laborales. Esta huelga podría dejar sin buses a miles de usuarios en el área metropolitana, en medio de una crisis de movilidad que afecta a trabajadores y pasajeros.
Los choferes denuncian que la reforma fue elaborada «entre cuatro paredes», excluyendo a trabajadores y usuarios, los más afectados por la precariedad del servicio. Giménez destacó preocupaciones clave, entre las que están el artículo 45, que a su criterio, no garantiza la absorción de empleados en nuevas licitaciones.
Mencionó como ejemplo a la Empresa San Fernando, línea 21, que pronto vence su permiso, cuyos empleados no saben si serán absorbidos con los mismos beneficios y la misma antigüedad por la empresa reemplazante.
Cuestiona también el artículo 20 que declara el transporte como servicio esencial, limitando el derecho a huelga. «No estamos de acuerdo con estas cuestiones que afectan directamente nuestros derechos», afirmó el dirigente.
Además, Fetrat exige claridad en el cumplimiento de derechos laborales, respaldados por la Constitución y el Código Laboral. Recorddó también que la ministra de Obras Públicas había prometido participación en la elaboración de la ley, pero no se cumplió, agravando el abandono gubernamental del sector durante décadas.
El Ministerio de Trabajo convocó hoy a una mesa tripartita para desactivar la huelga, pero Giménez insiste: «No vamos a levantar si no hay propuesta que resuelva nuestras preocupaciones», enfatizó.
